Intervención social
La labor de intervención social que realiza FAKALI tiene como denominador común la realización de un trabajo integral y multidisciplinar que aspira a dar respuestas a las demandas y necesidades que presentan tanto las familias y sus menores, como los profesionales que trabajan con población gitana.
Como organización romaní referente FAKALI entiende que sus actuaciones en el ámbito de la intervención social deben tener a la familia en un plano central. Y es que, como sabemos, la familia se convierte en el pilar básico de la gitanidad. Cuestión por la cual, y en la búsqueda constante de las mejores condiciones de la población a la que prestamos atención, las familias son atendidas bajo una perspectiva holística.
Así pues, con la familia romaní como punto central de la intervención social, desempeñamos actuaciones que ayuden a la incorporación de las mismas con todas las garantías. Como sabemos, los porcentajes de exclusión romaní constituyen una brecha social con respecto a la sociedad mayoritaria que aleja de los procesos de inclusión social. No por ello empleamos metodologías paternalistas que conllevan la cronificación de la pobreza y generan efectos psicológicos nada recomendables. Más bien al contrario, la organización apuesta por la autonomía y el empoderamiento de las familias gitanas que, en no pocas ocasiones suelen ser víctimas de la Teoría de la Profecía Autocumplida o Efecto Pigmalión (proceso psicológico que certifica que las creencias y expectativas que unas personas tienen sobre otras afectan al modo en que estas últimas actúan) debido a décadas de asimilación de prejuicios, estereotipos y exclusión.
Disponemos así de una cartera de servicios amplia, diversa y especialmente adaptada a las necesidades de nuestro público objetivo. Nuestra experiencia dilatada en más de veinte años en la intervención con la comunidad gitana nos proporciona un conocimiento y un acercamiento a la realidad que a la postre nos asegura el éxito de nuestra intervención. De entre estos servicios destaca, por su interés, el dispositivo de asesoramiento, mediación y acompañamiento. Se trata de un servicio activo durante todo el año, que incluye a todas las áreas donde trabajamos, como es la educación, la salud, el empleo, la discriminación o la prevención de la violencia de género. Tratamos de asesorar e informar a las familias, acercándoles los recursos públicos y privados que tienen a su disposición.
Con respecto a los talleres grupales, en ellos se trabajan diferentes contenidos educativos, de salud emocional, hábitos saludables, igualdad de género y prevención de la violencia de género… Con ellos, las familias no solamente adquieren una información útil y valiosa que tiene como fin el empoderamiento y el desarrollo de sus habilidades sociales, sino que, además, se convierten en espacios proclives para el fortalecimiento de alianzas entre las mismas.
Con el programa EPES, de experiencias profesionales para el empleo, nos convertimos en una organización clave en el ámbito de la incorporación romaní al mercado laboral. Además de ello, nuestro equipo de acompañamiento, mediación y seguimiento de casos acerca a las personas gitanas a los recursos y programas para el empleo y el autoempleo. Aspiramos así a la mejora de la empleabilidad de las personas en situación de desventaja social.
Con la infancia y la juventud romaní, principalmente en los centros educativos, ofrecemos nuestro servicio de mediación familia-escuela, para prevenir el absentismo escolar y mejorar la participación de las familias gitanas en los centros educativos. Nuestra experiencia nos dicta que si queremos mejorar las condiciones educativas del alumnado romaní debemos ofrecer una participación de las familias en la escuela. FAKALI lo hace posible estableciendo feedback entre las partes como principio básico de la mediación. Además, la entidad ha generado una campaña de sesiones de sensibilización y concienciación, donde trabajar contenidos como la historia y cultura del Pueblo Gitano, los referentes gitanos positivos o los estereotipos y los prejuicios para prevenir el antigitanismo en las escuelas, así como otros contenidos relacionados con la salud o la igualdad de género. Por supuesto, también desempeñamos un servicio de apoyo y refuerzo educativo, caracterizado por dos objetivos definidos. Por un lado, con nuestra intervención con el alumnado mejoramos las condiciones formativas de los y las menores, apostando por reducir la brecha educativa romaní. Y, por otro, este servicio también ayuda al desarrollo de habilidades sociales de los y las menores, especialmente en la perspectiva psicológica. Nos convertimos así en una herramienta útil y eficaz para los centros, para las familias y, por supuesto, para el alumnado.
Tanto con los y las menores como con las familias FAKALI realiza acciones de conmemoración de efemérides gitanas, como son el 8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano, o el 22 de noviembre, Día del Pueblo Gitano Andaluz, entre otras. Con el objetivo fundamental de reconocer y poner en valor la gitanidad, la federación lidera acciones para recordar estas fechas señaladas, haciendo partícipes a las familias y a sus menores, alcanzando la participación social de los gitanos y las gitanas, entendidos como verdaderos protagonistas. Por supuesto, otras fechas que promueven valores fundamentados en los derechos humanos, como son el Día Internacional de la Mujer, el Día de la Paz o el Día para la Erradicación de la Violencia de Género, también son especialmente reseñables para las familias a las que atendemos.
FAKALI también es pionera en la capacitación a profesionales y futuros profesionales de diferentes áreas en el ámbito de la intervención con la población romaní. En este aspecto, la federación, a través de seminarios, jornadas y espacios para el debate, favorece la sensibilización y el conocimiento sobre la realidad romaní. Apuesta esta organización por contar con un equipo profesional experto en la intervención con las comunidades romaníes y, a través de su experiencia alrededor de ella, aporta una visión objetiva y fundamental. Esto a su vez nos ayuda a tejer alianzas bajo el modelo de trabajo en red. Con ella, la federación está presente en mesas de trabajo de áreas específicas de intervención donde, tanto organismos públicos (servicios sociales, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, centros educativos o centros de atención primaria) como privados (entidades del Tercer Sector de Acción Social) apuestan por la colaboración y el apoyo mutuo.
Incidencia pública y política
Desde su fundación FAKALI ha asumido que los mayores cambios sociales se realizan desde el trabajo colaborativo, abierto y plural con las instituciones y entidades públicas y privadas. Es decir, si aspiramos a lograr un cambio de paradigma en las condiciones del Pueblo Gitano debemos formar parte de los centros de poder y toma de decisiones.
Participamos en estos espacios ofreciendo la perspectiva de la juventud romaní, pero sobre todo la perspectiva de género. Como mujeres gitanas y universitarias trasladamos nuestro mensaje rompedor e innovador, basado en el uso de modelos de referencia y denuncia y acción al conjunto de la ciudadanía, cumpliendo además con los compromisos de crear conciencia colectiva de los retos y los peligros de la aculturación progresiva, fomentando la interculturalidad, y cooperando para la erradicación de los estereotipos y los prejuicios injustos que funcionan en la actualidad como uno de los obstáculos más importantes en la lucha contra el rechazo. Contra el racismo, en definitiva.
Así, desde los primeros pasos de FAKALI, la organización ha liderado los discursos más decisivos en lo que respecta a la población romaní. Por este motivo, la organización ha colaborado estrechamente con instituciones universitarias, llevando por vez primera, la gitanidad, su historia, su cultura y sus valores hasta los paraninfos. Llenar la universidad de lunares ha sido y es nuestra máxima; no como un eslogan vacío de contenido, sino como una filosofía inherente a nuestro discurso y nuestra propia identidad.
Del mismo modo que con las universidades, lo hacemos con las administraciones europeas, nacionales, autonómicas o locales. Por este motivo, llevamos décadas formando parte de foros y redes de organizaciones Rroma, logrando un cambio actitudinal especialmente visible en el Parlamento Europeo, que desde principios de la década del 2000 ha optado por el desarrollo de acciones específicas para poner fin al racismo antigitano. Porque la romafobia y el antigitanismo, con sus dimensiones simbólicas y materiales, tienen múltiples brazos y fórmulas de ejercer opresión. Pero eso no nos debilita. Al contrario, nos hace más fuertes.
FAKALI entiende que su participación social favorece la presencia gitana en distintos ámbitos de la sociedad. Gracias a su actividad pública, traslada y cambia de posición, por un lado, a la ciudadanía gitana, enquistada en una indiferencia institucional que tiene como consecuencia la falta de implementación de medidas específicas, y por otro, anima a los gitanos y a las gitanas a que divulguen su historia y, sobre todo, se sobrepongan a los efectos de la representación que la literatura, la ciencia y los medios de comunicación hacen sobre ellos/as y se conviertan en protagonistas de su propio cambio. Y lo hace interviniendo de manera directa y en colaboración con las distintas instituciones implicadas, con especial atención a la Administración General del Estado, en los progresos vinculados al reconocimiento de derechos y la participación social e institucional de la comunidad que representa en España, consiguiendo introducir la cuestión gitana en la agenda política, por ejemplo.
En este menester ha resultado fundamental favorecer los procesos de interrelación entre los distintos agentes sociales implicados en los procesos de incorporación social equitativa de la ciudadanía gitana, especialmente entre las fuerzas políticas, como entes de transformación, y garantizar su implicación en la lucha contra la discriminación y el antigitanismo. Gracias a la creación de redes de cooperación mediante dinámicas de apoyo, colaboración y participación logramos establecer sinergias con organizaciones e instituciones responsables de velar por un trato igualitario.
En este contexto de actuación, y en lo concerniente a nuestro país, FAKALI, además de haber ostentado la vicepresidencia segunda del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, continúa formando parte de los grupos de trabajo para la elaboración de estrategias que establecen los parámetros de intervención política con la población gitana. Es decir, las instituciones cuentan con nuestra federación, entendida como una de las más representativas del panorama nacional, especialmente en el ámbito de la mujer gitana.
Es más, esta federación propicia tanto su participación en espacios de diálogo e incidencia como el fortalecimiento del movimiento asociativo en España, del que forma parte de manera destacada, mediante la mejora de la igualdad, la transparencia, la gobernanza y la calidad de las entidades que lo componen en su relación con la Administración Pública y el resto de poderes e instituciones estatales.
Además, tanto en Andalucía como en Sevilla, una de las ciudades con mayor representación romaní atendiendo a la demografía hispalense, la federación forma parte de sus consejos romaníes, formados a su vez por instituciones públicas y entidades con mayor bagaje y experiencia en la intervención con la población Rroma. Concretamente, en el Consejo Andaluz del Pueblo Gitano, organismo representativo de la sociedad civil gitana andaluza, y adscrito a la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, FAKALI cuenta con dos vocalías (número máximo permitido).
Toda esta red participativa nos ayuda a servir de altavoz de nuestro Pueblo. Como gitanas, hacemos valer el peso de nuestra historia, procurando un giro del guion preestablecido para nosotras. Por ese motivo, hemos desarrollado el primer Protocolo para la Atención Específica de Mujeres Gitanas Víctimas de Violencia de Género a instancias del Instituto Andaluz de la Mujer. De hecho, gracias a la intervención e incidencia de FAKALI se publicó una modificación (enmienda 221) en el proyecto de reforma de la Ley de Promoción de Igualdad de Género, incluyendo así un artículo dedicado en exclusiva a las mujeres gitanas.
A lo largo de los últimos años, nuestra incidencia pública y política ha incrementado ostensiblemente. Hemos participado en la comisión de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía para hacer llegar enmiendas para la creación del Proyecto de Ley Andaluza del Flamenco, a través de la cual se recoge en su exposición de motivos la importancia trascendental de la gitanidad en este Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Del mismo modo, y durante el confinamiento causado por la pandemia del COVID-19, esta federación también ha participado en la realización de medidas destinadas específicamente a paliar la brecha digital y la cuestión de género romaní, así como posibilitamos la reapertura de los mercados ambulantes, un oficio con un marcado carácter étnico. También en lo referente a la incursión del antigitanismo, hoy tipificado como delito en el Código Penal, fue tratado en nuestro Pacto Contra el Antigitanismo, único documento hasta la fecha que cuenta con el respaldo de todos los grupos parlamentarios andaluces.
Nuestro bagaje y nuestra experiencia nos avalan como una organización que muestra un especial interés en colaborar con las instituciones, pero a la vez, bajo la responsabilidad de abanderar la conciencia crítica y los valores democráticos de la justicia social. Ello nos sitúa como portavoces de todo lo que respecta a la cuestión romaní, sus demandas, necesidades y los cambios sustanciales de los que precisa un sistema que históricamente ha olvidado a los gitanos y a las gitanas.
Bajo nuestro discurso, como gitanas visibles e invencibles, como bien refiere nuestro lema, alcanzamos la proyección mediática y el poder democratizado que nos ceden las redes sociales para mostrar una realidad objetiva y real de la cuestión gitana. Eso nos lleva a mostrar la dureza del antigitanismo, incluido el institucional. Sin embargo, como demócratas convencidas, nuestro interés radica en la construcción de un clima de respeto a la diversidad, cuestión por la cual, colaboramos con toda aquella institución pública o privada que reporte beneficios para las personas gitanas. Hablamos de derechos humanos, que también son gitanos.