ÁREAS
1. MUJER:
En contra de lo que se suele creer, la sociedad gitana es de base matriarcal, siendo la mujer gitana el motor de su Pueblo, transmisora de su filosofía de vida y protectora del único patrimonio que poseen los gitanos: Su Cultura. La importancia de la mujer gitana dentro de su comunidad es vital, de tal manera que cualquier política que tenga por objetivo la promoción social y desarrollo de la población gitana necesariamente debe contemplar un tratamiento específico y diferenciado que trate la situación y problemática de la mujer gitana en la actualidad. La aspiración máxima de la mujer gitana hoy pasa por buscar un punto de equilibrio entre su desarrollo dentro de la Sociedad actual y la conservación de su propia cultura, jugando el papel primordial que hasta ahora viene desarrollando dentro de la familia.
Tradicionalmente, la mujer gitana se ha basado en su permanencia estática, sin voluntad de cambio, situación que ha estado motivada por el propio espíritu de autodefensa del grupo. Esta situación contrasta con el avance en las dos últimas décadas que la mujer gitana ha experimentado, avance que ha sido mucho mayor con respecto al resto de mujeres españolas.
2. EDUCACIÓN:
El analfabetismo sigue siendo la principal lacra que afecta a los gitanos y por ende, es uno de los principales factores que impiden el desarrollo de este grupo poblacional, así el nivel educativo actual de la población gitana es más bajo que el de ningún otro grupo social semejante en tamaño y composición. Tenemos que caminar hacia la escolarización plena y continuada de los niños gitanos en su etapa obligatoria. Para ello proponemos la puesta en marcha de proyectos pedagógicos en los Centros Educativos con el fin de diseñar adaptaciones curriculares sobre la cultural de la Comunidad gitana. También hay que reforzar los recursos educativos favoreciendo la existencia de residencias escolares abiertas, dotando al alumno temporero de un “libro verde” que facilite el intercambio de información entre los Centros escolares de origen y acogida. Una de las causas del fracaso escolar que se viene dando entre los gitanos es la escasa formación del profesorado que ha de trabajar con un grupo de alumnos pertenecientes a otras culturas, hecho que cada vez se produce con mayor frecuencia dentro de las aulas. De esta manera, es una obligación impartir entre el profesorado cursos de formación sobre cultura gitana ya que sólo a través de esta vía es posible conocer la idiosincrasia del alumnado gitano. En la misma línea, se debe incluir entre el material didáctico escolar una información positiva sobre la minoría étnica gitana y elaborar materiales específicos sobre su cultura.
Por último, debemos favorecer el acceso a estudios medios y superiores por parte de los jóvenes gitanos y poner especial atención a la mujer gitana, llevando a cabo una mayor divulgación entre la Comunidad Gitana de las convocatorias de becas y ayudas establecidas para tal efecto, así como, erradicar en la medida de lo posible las tasa de analfabetismo promoviendo una formación más cualificada entre la población gitana adulta.
3. FORMACIÓN Y EMPLEO:
La economía gitana tradicional ha estado basada en la plena autonomía, en el trabajo por cuenta propia. A lo largo de la historia los oficios gitanos han sido de lo más diverso, basándose en la actualidad en el trabajo como temporeros agrícolas o en el comercio ambulante. La escasa formación entre la comunidad gitana, con la pérdida de los oficios tradicionales así como la imposibilidad de inadaptarse a las exigencias actuales del mercado, hacen que la situación en esta área sea especialmente preocupante, que se estén generando grandes bolsas de exclusión social en las que la juventud gitana y la mujer gitana está quedando inmersa. Así debe ser tarea de los Poderes Públicos trazar fórmulas que procuren a la población gitana una formación ocupacional adecuada, dirigida en gran medida a la oferta de cursos que capaciten a la comunidad para el ejercicio de una actividad que a la vez que digna contemple la idiosincrasia de los gitanos en su conjunto. El empleo digno se ha convertido casi en una utopía en determinados sectores de la población gitana, por ello, el fomento del mismo debe estar basado en una inserción socio-laboral que contemple la economía social como alternativa válida para la lucha contra la exclusión social. Además, el comercio ambulante es hoy en día la profesión que desarrolla la mayoría de los gitanos y gitanas, siendo su excesiva burocratización y dispersión a la hora de regular normativamente su desarrollo una dificultad añadida para “normalizar” la situación de muchas personas que se dedican a esta actividad de forma ilegal. Por ello, deberían adoptarse medidas legislativas que faciliten el estudio profundo de las circunstancias que rodean este sector, facilitando su adaptación a las necesidades de la población gitana.
4. JUVENTUD:
Por primera vez en la historia, los gitanos pueden hablar de la existencia de una verdadera juventud entre su población. El carácter de la cultura gitana, unido a las difíciles circunstancias por las que los gitanos han pasado a lo largo de la historia ha hecho de los niños y niñas gitanos, mujeres y hombres a muy temprana edad, otorgando responsabilidades de peso dentro de la familia y contrayendo matrimonio a muy temprana edad, y por tanto, pasando de la infancia a la edad adulta directamente, eliminando cualquier posibilidad de ser y sentirse joven. Pero esta situación afortunadamente está cambiando rotundamente. Empiezan a surgir jóvenes y gitanos con las ideas cada vez más claras de que ellos quieren ser protagonistas y partícipes de su propio futuro. Cada vez hay mayor número de jóvenes gitanos que mantienen idénticas aspiraciones a las de cualquier joven de nuestro país. Se reclama el acceso a la formación, a la vivienda, a un trabajo digno y aumentan los niveles de demanda de actividades de ocio como fórmula adecuada de desarrollarse dentro de la Sociedad en la que se encuentran inmersos. Desde los Poderes Públicos tienen que facilitar el acceso a todas estas medidas, pero además tenemos la obligación de ser una herramienta útil de cara a la consecución de la aspiración máxima que tiene hoy en día este colectivo: El respeto a su derecho a mantener nítida su propia identidad y cultura en el marco de nuestro Estado de Derecho. Para sacar adelante las medidas incluidas en este documento, evitando que se conviertan en una mera declaración de intenciones, se exige un gran esfuerzo de la Administración del Estado en su conjunto, a la vez que una serie de iniciativas legislativas que se eleven a todos los niveles y que desde este momento forman parte de nuestra propuesta programática. Creemos fielmente que jóvenes y gitanas a las puertas del siglo XXI, no está reñido con ser periodista o abogada, mecánico o pintor, y por tanto lucharemos para que la cultura gitana se desarrolle plenamente en la Sociedad actual, facilitando el acceso y la incorporación de los órganos de dirección de nuestra organización como mejor cauce de defensa de todas estas aspiraciones anteriormente relatadas.