Fakali-Amuradi se une a la reivindicación de la creación de un marco de salud global cuyo centro sean las propias mujeres, en especial las gitanas, y sus derechos

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En 1987, el activismo por los derechos de las mujeres declaró el 28 de mayo Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres como medio para dar a conocer los problemas en materia de Derechos y Salud Sexual y Reproductiva a los que se enfrentan mujeres y niñas en todo el mundo.

Una realidad todavía vigente… y aún más cruda en el ámbito de la comunidad gitana, golpeada no sólo por los estereotipos y las actitudes discriminatorias latentes en las distintas sociedades, sino también por las propias políticas racistas de algunos gobiernos como los de Eslovaquia o Suecia, donde las mujeres fueron y siguen siendo sometidas a esterilizaciones forzosas al acudir a revisiones ginecológicas o a dar a luz.  

Existe una falta de compromiso significativo por parte del resto de los gobiernos a la hora de abordar la naturaleza diversa de los problemas de salud reproductiva y sexual de las mujeres y de promover, proteger y respetar nuestros derechos sexuales y nuestros derechos reproductivos para que podamos decidir libremente sobre todos los aspectos de nuestro cuerpo, nuestra sexualidad y nuestras vidas, sin ser objeto de coacción, discriminación y violencia.

El problema continúa persistiendo. El escaso conocimiento de la salud de las mujeres y de sus necesidades actuales en toda su diversidad repercute en su desarrollo personal íntegro. Es más, insistimos: muchas mujeres gitanas no tienen acceso a los servicios que les permitan llevar a cabo sus decisiones y en otros casos se toman esas decisiones por ellas.

Por eso, Fakali-Amuradi reivindica especialmente hoy la creación de un marco de salud para las mujeres cuyo centro sean ellas mismas y sus derechos, con el objetivo primordial de mostrar al mundo que la salud de las mujeres es fundamental y clave para el desarrollo.

Apoyemos a todas las mujeres y niñas en las decisiones sexuales y reproductivas que toman a lo largo de todas sus vidas. Un principio de actuación básico en el Plan de Salud Integral desarrollado con mujeres gitanas y mujeres en exclusión o en riesgo de estarlo. Y completado con el fundamento de la formación en la materia, en especial con las mujeres adolescentes, siempre sobre la base de la libertad de elección y el respeto a la idiosincrasia de la cultura gitana.

Toda una filosofía de trabajo plasmada, en definitiva, en sesiones formativas afectivo-sexuales, sobre prevención de enfermedades de transmisión sexual, de matrimonios tempranos y métodos anticonceptivos de las que se han venido beneficiando durante este 2014 casi medio millar de mujeres y adolescentes. Un número similar al de profesionales de la salud, igualmente incluidos en el marco de actuación global, pues entendemos que la formación de dichos profesionales en estrategias de intervención en materia de salud con la comunidad gitana resulta también fundamental.