GITANOS, PROTAGONISTAS INDISCUTIBLES DEL PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD

 Tribuna de opinión de la presidenta de Fakali en el diario La Razón 

 

 

Beatriz Carrillo enlaza el innegable protagonismo de los gitanos en la gran noticia de que el Flamenco haya sido declarado por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad con la progresiva incorporación de la comunidad gitana a la educación, especialmente las mujeres y los niños.

 

 

 

 

 

 

El Flamenco fue durante largo tiempo una música oculta, desprestigiada, marginada y perseguida, -para muestra un botón: aún persisten tabernas y tascas en nuestra tierra con carteles de "Prohibido el cante"-. Pero también era una tradición que estaba estrechamente asociada  a la cultura gitana.

 

Hoy, afortunadamente, los tiempos han cambiando después de siglos de sufrimiento para muchos maestros y maestras, de los cuales, lamentablemente, muchos ya no están entre nosotros. Por fin en el siglo XXI, el Flamenco se ha convertido en una de las mayores glorias para nuestra tierra considerando este arte Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, Patrimonio Universal del Arte, que ha traspasado fronteras. Desde muchos lugares del mundo, algunos tan remotos como Japón, han llegado a captar esa sensibilidad que tanto tiempo le ha costado a nuestra tierra considerar, ese gran valor universal que en ella se consagra.

 

Como dice la cantaora Esperanza Fernández, “el Flamenco es la carrera más larga, nunca se acaba de aprender”. Como Esperanza, hay muchos gitanos y gitanas licenciadas en flamenco, digamos universitarios, que han aportado a lo largo del tiempo no sólo su sabiduría y arte, sino que han compartido su esencia y cultura gitana con el resto, impregnando al flamenco en sus letras y quejíos de vida y sentimiento gitano.

 

Desde Fakali-Amuradi, como asociación de Mujeres Gitanas Universitarias, queremos elevar la voz para reivindicar el reconocimiento público que aún no le ha llegado a estos gitanos y gitanas que son, además de artistas flamencos, referentes positivos para toda la sociedad, y que han sabido compaginar su gitaneidad con su profesión, con productoras, escenarios y periodistas. Si ya se sabe que la Comunidad Gitana es la minoría étnica más numerosa de Europa, reconozcamos ahora que también es la mayoría en la sociedad flamenca. Concedamos los ribetes y confesémoslo públicamente.

 

La Comunidad Gitana está haciendo un esfuerzo por alejarse de la imagen de “delincuencia” y “marginalidad” que nos tienen atribuidas. Y si tenemos matrícula de honor en algunas materias, como en el flamenco, también queremos aprobar la asignatura de la educación. Queremos tener más mujeres gitanas empoderadas y más niños y niñas estudiantes, orgullosos de su identidad y de ser ciudadanos y ciudadanas españolas y andaluzas. 

 

De este orgullo andaluz que es el flamenco, ahora de la humanidad, lo más llamativo es que nuestras autoridades se  han olvidado que esta música tiene una gran aportación del carácter gitano, tiene color gitano, personalidad gitana, sentimiento gitano…  Ahora que se ha conseguido alcanzar el reconocimiento oficial, parece que son todos los que están, pero no están todos los que son. Es decir, no hay un reconocimiento explícito y que se haya expresado públicamente sobre la parte tan gitana que tiene este Patrimonio Inmaterial de la Humanidad llamado FLAMENCO.

 

Beatriz Carrillo de los Reyes

Presidenta de Fakali-Amuradi

Mujeres Gitanas Universitarias