SAMUDARIPEN: EL HOLOCAUSTO GITANO

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80 años después, el Samudaripen, Porrajmos u Holocausto Gitano, ha dejado una huella imborrable en la historia de nuestro Pueblo. Alrededor de medio millón de romaníes, marcados con un triángulo marrón, fueron exterminados por el régimen nazi. Las personas romaníes fueron sujetos de persecución, encarcelamiento, trabajos forzosos, experimentos científicos, esterilización y masacre.

Todos los 16 de mayo el Pueblo Gitano conmemora el Día de la Resistencia Romaní. El 16 de mayo de 1944, alrededor de 6.000 gitanos y gitanas de todas las edades internadas en el campo de concentración de Auschwitz II Birkenau (instalado por los nazis en el sur de Polonia), recibieron información de que esa noche serían asesinadas en las cámaras de gas. Se encontraban en un Zigeunerlager, como se denominaban a las zonas de los campos de concentración donde aprisionaban a las familias romaníes.  Entonces, tomaron todos los objetos que encontraron a su alcance y se sublevaron contra las SS, obligándolos a desistir.

Desgraciadamente, esto no impidió que, meses más tarde, tras trasladar a las personas gitanas más jóvenes a otros campos de exterminio, asesinaran a todas las personas gitanas del Zigeunerlager. Sucedió la noche del 2 al 3 de agosto. Este año, se cumplen 79 años del Samudaripen o Porrajmos. Alrededor de 4.500 personas gitanas fueron asesinadas en las cámaras de gas por orden de Himmler.

La población romaní, junto con la población judía, fueron los dos grupos étnicos objeto del genocidio no sólo en Alemania, sino también en los países bajo el régimen nazi. Se calcula que medio millón personas romaníes fueron asesinadas por el régimen nazi.

Foto de Transnistria durante la Segunda Guerra Mundial. Mostrando las difíciles condiciones de vida de los romaníes.

Fue el 16 de diciembre de 1942 cuando Himmler ordenó que “todos los gitanos mestizos, gitanos romaníes y miembros de clanes gitanos de origen balcánico que no sean de sangre alemana” fueran encerrados en el campo de concentración de Auschwitz. Indudablemente, ese decreto fue una clave decisiva en el plan nazi para exterminar a la población romaní. No obstante, la persecución de la población romaní no comenzó ahí, pues es tan antigua como su presencia en Europa. De hecho, durante el Imperio alemán y la República de Weimar, se aprobaron numerosas leyes de hostigamiento contra la población romaní, e incluso mantuvieron un servicio policial especial “en relación con los gitanos”. Pero, concretamente, bajo el gobierno de Hitler, en 1935 se aprobaron una serie de normas discriminatorias “para la protección de la sangre y el honor”, denominadas Leyes de Nuremberg. Las personas romaníes fueron denominadas como “raza extranjera e inferior” según la nueva legislación, que era la misma terminología que utilizaron con las personas judías y de origen africano. Con estas normas, también se reforzó la fuerza policial antigitana, creando en 1938 la “Oficina Central del Reich para Combatir la Plaga Gitana”. Más tarde, con el estallido de la II Guerra Mundial en 1939, las autoridades nazis deportaron a las personas romaníes a los territorios recién ocupados en Polonia. El impulso oficial al plan de exterminio de la población romaní se decretó a finales del año 1942 por Himmler, que ordenó deportarla a campos de concentración con el objetivo de exterminarla.

El12 de mayo de 1944, 39 niños sinti y romaníes (20 niños y 19 niñas) llegaron a Auschwitz desde el hogar infantil St. Josefspflege en Mulfingen, donde una «investigadora racial» Eva Justin abusó de ellos como sujetos de prueba para su tesis doctoral. Cuatro de ellos sobrevivieron. | Imagen del Museo de Auschwitz

Las leyes que justificaban el exterminio de la población romaní se basaban en los estudios que desarrollaron los médicos raciales del régimen. Desde el Instituto para la Investigación de la Higiene Racial, se coordinó una investigación que concluiría que las personas gitanas eran genéticamente “asociales”, lo que impedía, por su origen étnico, convivir en la sociedad civilizada, ya que eran dados a la delincuencia y renunciaban al trabajo. Estos científicos del régimen convirtieron las ideas ya instaladas en el imaginario colectivo e intelectual europeo en afirmaciones sustentadas por la ciencia: para ellos, las personas romaníes eran amorales, ladronas, maleantes, vagas y todos esos estereotipos con los que la cultura popular venía castigando a los y las gitanas desde su llegada a Europa en el siglo XV.

Bajo estas premisas, se inició la persecución y las primeras esterilizaciones forzadas, que se mantendrían hasta mucho tiempo después del fin de la II Guerra Mundial en países como Suecia o República Checa.

El Samudaripen es una fecha marcada a fuego en la memoria romaní por los terribles acontecimientos que sufrieron nuestros tíos y tías, pero la persecución y el exterminio trasciende en el tiempo y espacio. Por ello, desde FAKALI, queremos repasar diez relatos de vida para que no se borren de la Historia.

 

EL HOLOCAUSTO GITANO CON NOMBRES PROPIOS

MARÍA STANCU-COSTEA

Según romasinti.eu, Maria Stancu-Costea nació en Pitesti (una ciudad con una importante comunidad gitana) en el sur de Rumanía el 24 de marzo de 1936. La familia de María era una familia acomodada, que disponía de una casa cercana al centro de la ciudad. María misma iba a comenzar la escuela en septiembre de 1942, mientras que sus dos hermanas mayores (Elena, de 11 años, y Vasilica, de 10 años) ya asistían a la escuela. Otra hermana, Ioana, tenía 3 años y la última, Anicuta, apenas dos semanas (nació el 31 de agosto de 1942). Su madre, Alexandrina (31 años) era pastelera, producía y vendía dulces en Pitesti y en los pueblos vecinos, mientras que su padre, Constantin (35 años) había estado sirviendo honorablemente en el ejército rumano donde fue herido.

El 25 de mayo de 1942, la policía rumana realizó un censo especial de los llamados «gitanos problemáticos» en todo el país. 11.441 romaníes nómadas fueron deportados a partir del 1 de junio de 1942. La deportación de los romaníes sedentarios que se habían asentado permanentemente siguió en septiembre de 1942: 13.176 romaníes asentados de todo el país fueron deportados a Transnistria en nueve trenes especiales. María y su familia estaban entre ellos.

Entre los campos de Alexandrudar y Certovata, María perdió casi de inmediato a algunos miembros de su familia. Murieron sus abuelos paternos y dos tíos, seguidos por su tía materna, Anica, junto con el tío Dumitru y dos primos, Elisabeta y Gheorghe, ambos de la edad de María. Las hermanas menores de María, Ioana y Anicuta, murieron de hambre poco después de su llegada a Transnistria. En septiembre de 1942, cuando María y su familia fueron deportados, sus tías, Vasilica y Ana, escaparon. Así fue como contactaron con el soldado romaní llamado Ion Ciobanu que fue quien encontró a María y a los supervivientes de su familia.

En 1944, solo la mitad de los 25.000 deportados romaníes habían logrado sobrevivir y regresar a casa. Sin embargo, el genocidio de los romaníes fue ignorado en Rumanía. Nunca hubo reconocimiento ni compensación por las pérdidas irreparables.

Maria Stancu-Costea | Imagen de romasinti.eu

HERMANN LANGBEIN

Hermann Langbein, testigo en el juicio de Auschwitz en Frankfurt, dijo sobre el campo de gitanos: «Vi mucho en Auschwitz, pero lo que vi allí fue peor que cualquier otra cosa. Los alemanes obligaban a los sinti y los romaníes, lo que consideran ‘ antisocial’ y ‘vagos’, haciendo el trabajo más duro. Tenían que ayudar a construir la ‘Rampa’, la plataforma de llegada y las vías del tren hacia los crematorios. Incluso los niños de diez años tenían que arrastrar piedras pesadas. Había poca comida. Cinco presos compartían una hogaza de pan. Tenían que beber agua de lluvia de charcos en el suelo. Era imposible mantenerse limpio, algo que es muy importante para los sinti y los gitanos”.

EVA JUSTIN

El 12 de mayo de 1944 39 niños sinti y romaníes (20 niños y 19 niñas) llegaron a Auschwitz desde el hogar infantil St. Josefspflege en Mulfingen, donde una «investigadora racial», Eva Justin abusó de ellos como sujetos de prueba para su tesis doctoral. Cuatro de ellos sobrevivieron.

Comúnmente se suele hacer mención a las injusticias perpetradas por Josef Mengele, pero suelen olvidarse otros nombres propios como los de Eva Justin, que fue miembro destacado del Centro de Investigación de la Higiene Racial. Esperaba proporcionar la base para futuras leyes de higiene racial, para frenar el flujo de »elementos primitivos indignos» dentro de la población alemana. Su posición era que los gitanos no podían ser asimilados porque usualmente se convierten en seres asociales como resultado de su pensamiento primitivo. Justin propuso la esterilización para los gitanos, excepto para aquellos que poseían sangre gitana pura.

Eva Justin analizando a una mujer romaní | Wikipedia

STEFANIA HOLOMEK

Stefania Holomek fue una romaní que fue deportada a Auschwitz desde la ciudad de Bohemia con el número Z-9260.

Stefania Holomek | Imagen del Museo de Auschwitz

ZONI WEISZ

Zoni Weisz fue el mayor de cuatro hijos de Jacoba y John Weisz de Zutphen, Países Bajos. En mayo de 1944, los nazis ordenaron a la familia ser deportada al campo de tránsito de Westerbork con otros sinti y romaníes durante el Holocausto.

Su familia fue deportada al campo de concentración de Auschwitz, pero un oficial de la policía holandesa y miembro de la resistencia puso a Zoni en un tren separado que le permitió escapar a la casa de sus abuelos durante el resto de la guerra. Sus padres y hermanos fueron asesinados en el campo de concentración.

Zoni Weisz

WANDA FERKO-PAWLOWSKA

La romaní Wanda Ferko-Pawłowska, natural de Zabrzeg fue deportada a Auschwitz desde el 29 de julio de 1942. Posteriormente, fue trasladada al campo de concentración exclusivo de mujeres de Ravensbrück, cerca de Berlín donde sería liberada.

Wanda Ferko-Pawłowska | Imagen del Museo de Auschwitz

SJTEPAN MAVROVIC

Según romasinti.eu, Stjepan Mavrović nació en el pequeño pueblo de Okić, a unos 30 kilómetros de Zagreb (Croacia), el 9 de mayo de 1932. Como muchos otros romaníes locales, Janko ocasionalmente también trabajaba como leñador o como trabajador de caminos. El 2 de junio de 1942 la policía llegó desde Zagreb y se lo llevó a él, a su familia y a una treintena de romaníes por la fuerza. Su casa, en primer lugar, fue utilizada para plantar y dar de comer “sólo a croatas puros”. Posteriormente, todas sus pertenencias fueron presas del fuego intencionado.

Se sabe que Stjepan fue deportado a Zagreb el 2 de junio de 1942 junto con otros 30 romaníes, y luego probablemente fue llevado al campo de concentración de Jasenovac. Stjepan terminó con su madre y sus hermanos y hermanas, y probablemente vio a su padre Janko por última vez. Probablemente, Stjepan fue enviado a la pequeña aldea de Uštica, donde pronto sería asesinado junto con su madre y sus hermanos y hermanas (que eran menores).

Stjepan Mavrović | Imagen de romasinti.eu

ZILLI SCHMIDT

Zilli Schmidt sufrió internamiento en el campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau de 1943 a 1944. Muchos miembros de su familia, incluida su hija de 4 años, fueron asesinados el día que la enviaron a realizar trabajos forzados en la concentración de Ravensbrück. campamento, del que más tarde escapó. Falleció a los 98 años, manteniendo en todo momento su historia de vida con el objetivo de que nunca más vuelva a repetirse.

Zilli Schmidt

WALTER STANOSKI WINTER

Según https://www.gdw-berlin.de/, Walter Stanoski Winter creció con ocho hermanos y hermanas en el seno de una familia sinti. Aun siendo suboficial en la marina en Wilhelmshaven, no fue ascendido por «razones raciales», y fue despedido de la Wehrmacht en 1942, regresando a Oldenburg. En marzo de 1943 fue deportado a Auschwitz-Birkenau junto a su hermano Erich y su hermana María. Participó en el levantamiento del 16 de mayo de 1944 en el «campo de gitanos» de Auschwitz-Birkenau, jornada conocida como el “Día de la Resistencia Romaní”. Poco antes del final de la guerra, él y su hermano fueron trasladados al campo de concentración de Sachsenhausen y desde allí fueron trasladados de regreso al frente, por su experiencia militar. Sobrevivieron a la guerra, aunque no así su esposa Bluma, que pereció en el campo de concentración de Ravensbrück.

Walter Stanoski Winter | Imagen de gdw-berlin.de

ANNA KREUTZ

Según lekcja.auschwitz.org, incluso después de que se estableciera el Zigeunerlager, las mujeres romaníes eran detenidas en el campo de mujeres de Birkenau y registradas con los números de la serie general de prisioneras. Anna Kreutz fue enviada al campo el 17 de septiembre de 1943 y registrada como Aso. prisionero nro. 41363. Se desconoce su destino. Solo la documentación de prisioneros conservada fragmentariamente y las entradas inconsistentes de la administración del campo no permiten ni siquiera estimaciones aproximadas de cuántos hombres y mujeres romaníes se registraron en el campo en la serie general de números de prisioneros.

Anna Kreutz | Imagen del Museo de Auschwitz