FAKALI REIVINDICA UNA ATENCIÓN ESPECÍFICA A LOS 40.000 AUTÓNOMOS DEDICADOS A LA VENTA AMBULANTE
- Las medidas para la recuperación y la reactivación de los 848 mercadillos de Andalucía son prioritarias tras dos meses de inactividad por el COVID-19
- La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas FAKALI, que entre otras actividades dirigidas a la promoción de la población gitana desarrolla iniciativas en favor de una actividad comercial vinculada históricamente a la comunidad gitana como la venta ambulante, asume como prioritarias diversas acciones encaminadas a salvar, apoyar y reforzar a este sector económico tan relevante en Andalucía.
La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas FAKALI, ha mantenido una reunión con las responsables de la Dirección General de Comercio de la Junta de Andalucía para tratar la actual situación que vive el sector de la venta ambulante en nuestra comunidad. A dicho encuentro han asistido la directora general de Comercio de la Junta de Andalucía, Lorena Garrido, y la subdirectora del referido departamento, María José López. En esta reunión, FAKALI ha transmitido a ambas responsables su preocupación por el presente de esta actividad económica, muy castigada por las consecuencias de la propagación del virus COVID-19, y que ya venía sufriendo el importante lastre de la crisis de 2008.
FAKALI ha mostrado su inquietud por el futuro inmediato de las familias que se dedican a la venta ambulante, teniendo en cuenta que, hasta la fecha, más de 400 de estas han recurrido a FAKALI para ser atendidas de manera transversal ante la pérdida de sus ingresos, pues debido a la parálisis provocada por la crisis sanitaria que vivimos, se han visto prácticamente de la noche a la mañana desprovistos de los mismos. El hecho de que poco a poco, de la mano de las medidas de desescalada, se vaya abriendo la posibilidad de retomar la actividad no está suponiendo un alivio para estos comerciantes, ya que la limitación de aforo supone, como es lógico, una merma de posibles clientes y por tanto de ingresos. Además la existencia de disparidad de criterios adoptados por parte de las distintas corporaciones municipales, que no están permitiendo de forma unificada la vuelta al ejercicio comercial, tampoco está resultando de ayuda, a pesar de que como expresaba la directora general de Comercio, se ha venido realizando de forma habitual antes del confinamiento.
Desde FAKALI mostramos nuestro absoluto convencimiento, y así se lo hemos transmitido a las representantes autonómicas, de que la dilación en el tiempo a la hora de tomar medidas puede provocar el fin de esta actividad, y con ello la condena inexorable a caer en la pobreza para familias que no tienen otro ingreso añadido. Igualmente, se les ha transmitido la necesidad de que se trabaje desde la administración andaluza a medio y largo plazo en el reconocimiento e impulso de una actividad económica que, ya desde hace años, se encuentra degradada y carece en muchos casos de las infraestructuras necesarias para ofrecer un buen servicio al público, a pesar de tener que hacer frente a numerosas obligaciones tributarias, como las correspondientes tasas municipales.
Asimismo se ha incidido en el trabajo conjunto entre la Dirección General de Comercio y FAKALI, en lo concerniente al desarrollo de actuaciones que mejoren la denostada imagen social de la venta ambulante (según el estudio de FAKALI, un 43% de la población andaluza opina que es mala, frente al 3% con respecto a los centros comerciales). Esta imagen negativa que sufre la venta ambulante afecta a la frecuencia de compras en los mercadillos, que antes de la crisis provocada por el COVID-19 era baja o muy baja en el 80% de los encuestados. En este sentido, la Dirección General de Comercio de la Junta de Andalucía se compromete a continuar desarrollando actuaciones que promuevan mejoras tanto en la imagen social, como en las infraestructuras de los mercadillos andaluces.
Por otro lado, desde la propia Dirección General, y a petición de FAKALI, se estudiarán las situaciones de ampliación del cese de actividad de varios mercadillos que aún no se han puesto en marcha, como es el caso del de Almonte, entre otros, así como las circunstancias por las que las familias vendedoras ambulantes no han podido acceder a las ayudas para el comercio local, tal y como ha ocurrido en Almería, entre otros puntos de la geografía andaluza.Tanto la directora general como la subdirectora se han mostrado interesadas ante las iniciativas de FAKALI, y se han comprometido a reanudar los contactos con la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, para trasladar de forma conjunta a los casi 900 ayuntamientos en cuyos términos municipales se desarrolla la venta ambulante, la recomendación imperiosa de retomar los mercadillos cumpliendo así con los requisitos de las órdenes ministeriales emitidas, que instan al inicio de la actividad comercial para fomentar el consumo. En este sentido, también han asumido el compromiso de trasladar a las distintas corporaciones municipales la necesidad de incluir a los vendedores ambulantes en las ayudas al comercio local que pudieran tener previstas, para así dar uso al superávit fiscal del que dispongan, y por tanto poner medios para que estos comerciantes no queden desamparados y se les reconozca su contribución al sostén económico de Andalucía.Del mismo modo, nos han comunicado la puesta en marcha de una línea de ayudas dirigidas a las pymes, en las que se ha incluido también la venta ambulante, y a la que podrán tener acceso las familias una vez que se publique la convocatoria por parte de la mencionada Dirección General de Comercio.
Los 848 mercadillos, repartidos en 41.000 puestos en toda la comunidad autónoma, han cesado repentinamente su actividad como consecuencia del confinamiento a causa del Coronavirus, cumpliendo de manera ejemplar durante casi dos meses de paro. Sin embargo la situación ha hecho estragos en unas economías ya de por sí débiles y de subsistencia, a la que ahora deben hacer frente con la mercancía adquirida antes de la pandemia y que queda en stock, lo que está produciendo una serie de pérdidas prácticamente irreparables.
Prueba de ello son las más de 400 familias que han recurrido a FAKALI desde el decreto de alarma en búsqueda de recursos, orientación y alimentación, de las cuales más del 70% se dedican profesionalmente a la venta ambulante, y que han visto drásticamente reducidos sus beneficios hasta el punto de no contar con ingreso alguno. Por contra, deben continuar haciendo frente a una serie de tasas que algunos ayuntamientos continúan reclamando, pese a no haber ejercido sus labores durante todo este tiempo.
Por esta razón FAKALI, al igual que la Federación Andaluza de Comercio Ambulante, solicita un plan de rescate con medidas eficaces y justas que ayuden a la supervivencia de un gremio que ya estaba atravesando por serias dificultades y para el que la situación derivada de la pandemia representa, si no se evita, su triste epílogo.
Por ello, y de manera complementaria a las ayudas generales decretadas para los autónomos por los gobiernos estatal y autonómico, FAKALI solicita a las administraciones de manera específica para este sector, debido a su especificidad, que suspendan temporalmente las tasas municipales que gravan esta actividad comercial de manera unánime y coordinada, al menos durante seis meses, con el objetivo de que los graves perjuicios económicos sean reparados en la medida de lo posible.
Igualmente FAKALI solicita a los ayuntamientos que este modelo de comercio no sufra ningún tipo de agravio comparativo y que pueda ejercer su labor del mismo modo que el resto del pequeño comercio desde el 11 de mayo, contando con todas las medidas óptimas para cada uno de sus profesionales. Asimismo espera la flexibilidad y la transparencia en las ordenanzas municipales referidas a las solicitudes de autorización para ejercer la actividad comercial otorgadas por los ayuntamientos, y que reúnan las condiciones exigidas por la normativa reguladora.
De igual manera, es prioritaria la colaboración de los correspondientes ayuntamientos en lo referente a la preparación de todas las medidas de seguridad necesarias (reparto de elementos de protección individual, limpieza de las zonas donde se ubican y reorganización de áreas para mantener la separación de establecimientos y la distancia social exigidas), reforzando así las garantías de seguridad tanto para los comerciantes como para su clientela.
Contigo, el mercadillo no se queda atrás
En su trabajo por la promoción y dignificación del comercio ambulante, FAKALI apuesta por la mejora de la imagen social de la venta ambulante, habida cuenta de que en su último estudio queda reflejado el desprestigio gradual que sufre este oficio, al que se dedican 40.000 personas autónomas en Andalucía. Por tal motivo, esta federación ha realizado una campaña de concienciación con un vídeo del mercado ambulante que podeis visualizar en este enlace dirigido a todo el público bajo el lema “contigo, el mercadillo no se queda atrás”, en el que se invita a la clientela a acudir como siempre al pequeño comercio, tan castigado en estos tiempos del COVID-19 y que, sin embargo, cuenta con la ventaja de realizarse al aire libre y sin problemas de aglomeraciones.
Finalmente FAKALI espera que los ayuntamientos colaboren del mismo modo realizando acciones de mejora dirigidas a este modelo de comercio, que precisa de una serie de acciones específicas de manera urgente para sus profesionales tanto en los propios terrenos donde se realizan su labor como en la esfera pública.