COMUNIDAD GITANA, SALUD Y PARTICIPACIÓN
El Consejo Estatal del Pueblo Gitano organiza en Oviedo junto al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y la Consejería de Salud del Gobierno del Principado de Asturias el encuentro ‘Los Determinantes Sociales en el Diagnóstico y la Participación Comunitaria en la Solución’
El evento sirve de marco para la firma de la Declaración de Oviedo sobre Intervención Comunitaria en materia de salud, que implica la alianza estratégica entre agentes sociales, administraciones y población gitana
Beatriz Carrillo de los Reyes enfatiza en su discurso «la necesaria participación de la ciudadanía gitana» en estos procesos de equidad sociosanitaria
El Consejo Estatal del Pueblo Gitano, junto a la Dirección General de Servicios para las Familias y la Infancia y la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación, del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, y la Consejería de Salud del Gobierno del Principado de Asturias organizan el encuentro monográfico sobre salud y población gitana bajo el lema ‘Los Determinantes Sociales en el Diagnóstico y la Participación Comunitaria en la Solución’.
Este evento, celebrado en en el Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo, responde a los objetivos básicos de realizar una aproximación a los determinantes sociales como diagnóstico y la participación comunitaria como intervención en materia de salud con la población gitana como protagonista y de intercambiar experiencias y extraer lecciones sobre cómo mejorar la salud psíquica, biológica y social de esta comunidad mediante procesos de participación activa.
En especial de «procesos que contemplen la participación activa de la propia ciudadanía gitana», tal y como ha incidido en su intervención Beatriz Carrillo de los Reyes, vicepresidenta del Consejo Estatal del Pueblo Gitano. «Es importante que las entidades sociales, la sociedad civil, y en este caso el pueblo gitano, aúnen esfuerzos para exigir la vigencia de un sistema sanitario público, universal y de calidad, tal y como viene recogido en nuestras leyes que debe existir, que sirva como mecanismo de inclusión para las personas que forman parte de grupos en riesgo de exclusión social», ha recalcado la también presidenta de Fakali, convencida de que la discriminación histórica que sufre el pueblo romaní sirve para explicar también el déficit que en materia de salud padece a día de hoy. «Que una persona que no disfruta de determinado nivel económico, que pertenece a una etnia como la gitana, o a una determinada nacionalidad, no vea garantizada ya no su calidad de vida, sino su propia vida ante una enfermedad grave por el mero hecho de no formar parte de lo que se conoce como “sociedad mayoritaria”, es no solo un ejemplo de crueldad, sino un verdadero y auténtico fracaso de nuestro sistema político y nuestro estado del bienestar», ha enfatizado.
Porque siendo la salud una de las brechas de desigualdad identificadas en las diferentes encuestas de salud de población gitana y uno de los ejes principales de la Estretegia Nacional para la Ianclusión Social de la Población Gitana en España 2012-2020, se considera prioritario impulsar las intervenciones de promoción de la salud con una visión de equidad, participación comunitaria y salud en todas las políticas.
Esto implica una colaboración activa entre diferentes agentes, administraciones y la propia población gitana, así como una perspectiva de intervención común de todas ellas, que se ha logrado unificar en este encuentro con la firma de la Declaración de Oviedo sobre Intervención Comunitaria. Una alianza estratégica pionera en materia de salud que reconoce que el impulso que la participación empoderada, consciente y activa de la población gitana puede suponer un avance definitivo para las mejora de sus condiciones de vida y de la población en general, desde el convecimiento de la necesidad de incorporar una perspectiva de género y de igualdad y no discriminación en todas las actividades destinadas a promover ese bienestar de la comunidad romaní.
Una Declaración de Oviedo sobre Intervención Comunitaria sustentada en diez puntos básicos:
1. Reconocer e incrementar la capacidad de la población gitana de influir positivamente en las decisiones de su entorno, tanto a nivel individual como colectivo.
2. Mejorar el bienestar de la persona y de la comunidad aplicando siempre una perspectiva de equidad.
3. Modificar de entornos físicos y sociales frente a la modificación de hábitos individuales, teniendo en cuenta los determinantes sociales.
4. Asegurar el objetivo último de una vida digna a toda la población y la erradicación de las desigualdades sociales y en salud injustas y evitables.
5. Centrar las actuaciones de los servicios públicos en las necesidades de las personas, potenciando y facilitando la participación de las mismas en la configuración de todas las políticas públicas que les afectan.
6. Incorporar procesos de participación reales, vinculantes e inclusivos en todas las fases del desarrollo de políticas y su implementación y evaluación, movilizando a los referentes clave de la comunidad.
7. Potenciar los activos para la salud, entendidos estos como todo factor o recurso que fomente la capacidad de los individuos, de las comunidades y las poblaciones para mantener y mejorar la salud y el bienestar de la comunidad.
8. Mantener una mirada local, utilizando metodologías colaborativas trabajando con enfoque intersectorial y generando espacios amables y multiculturales.
9. Incorporar la perspectiva de equidad, con especial atención a factores de desigualdad como el género, la edad, el nivel cultural, el estatus socioeconómico y migratorio, la orientación sexual o la diversidad funcional.
10. Estar en consonancia con la evidencia científica disponible, comprometiéndose a evaluar el impacto sobre la salud y el bienestar de las personas, más allá de los indicadores cuantitativos.