La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas FAKALI ha formado parte de la convocatoria de Madrid, ante la embajada de Grecia en España, y ha liderado la de Sevilla, en la Plaza Nueva, en protesta por el fallecimiento de una niña gitana de 8 años que murió aplastada por una puerta metálica ante la pasividad de las personas que trabajaban en el lugar.
FAKALI, como entidad integrante del Consejo Estatal del Pueblo Gitano y referente de la ciudadanía gitana en este país, ha participado en el día de hoy en las concentraciones que de forma coordinada se han celebrado en Madrid y Sevilla (esta organizada por la propia federación) para manifestar su más dura condena y más profunda indignación por el reciente suceso antigitano ocurrido en el país heleno.
La pequeña Olga falleció tras quedar atrapada por una puerta metálica de una fábrica de la localidad de Keratsini. La niña, que sufrió una agonía de más de una hora antes de perder la vida, no fue atendida por el personal del establecimiento, que pasaba por su lado sin llevar a cabo ninguna acción de socorro. El vídeo de la muerte de la niña gitana se hizo viral en los medios y las redes sociales, provocando una ola de indignación general por ser un ejemplo gráfico de la más cruel de la deshumanización provocada por el antigitanismo.
Ha quedado patente, una vez más, que las vidas gitanas no importan. Un hecho que FAKALI ha denunciado en unas concentraciones en las que se ha dado lectura de un manifiesto para reclamar lo intolerante que resulta que el racismo antigitano muestre la indiferencia lindante con el desprecio hacia la diferencia romaní, hacia la pobreza, hacia la desigualdad e incluso hacia la violencia extrema que ha causado una muerte a todas luces evitable.
Además, en el caso de la concentración en Madrid, se ha hecho entrega de una misiva al embajador de Grecia en España, el señor Ioannis Tzovas-Mouroizus, en la que se expresa la conmoción generalizada por los hechos acaecidos, y se agradece la pronta respuesta de las autoridades griegas a la hora de investigar los hechos y poner a los responsables ante la justicia.
Porque causa pavor comprobar que en la conciencia colectiva de la ciudadanía todavía existan esta ausencia de compasión y humanidad y tal abundancia de manifestaciones discriminatorias hacia las personas gitanas. “La historia nos ha dado muchos ejemplos trágicos de cómo hemos sido tratados por el hecho de ser gitanos y gitanas. El avance de Europa es inviable mientras en ella se siga considerando normal el desprecio extremo hacia una parte importante de su ciudadanía, casi 12 millones de personas que ven pisoteados así sus derechos y libertades”, ha ensalzado Beatriz Carrillo de los Reyes, vicepresidenta segunda del Consejo Estatal del Pueblo Gitano y presidenta de FAKALI, quien ha puesto en valor las concentraciones llevadas a cabo (en la Plaza Sant Jaume de Barcelona ha tenido lugar la tercera de ellas) por tan desgraciado y despreciable acontecimiento.
“Estas concentraciones representan la unidad del Pueblo Gitano ante un nuevo acto de extrema crueldad que ha tenido como víctima, en esta ocasión, a una pequeña de apenas 8 años”, ha enfatizado Beatriz Carrillo, voz autorizada por los movimientos sociales gitanos convocados para la declaración de una petición unánime a las administraciones y poderes públicos: “Deben primero reconocer el antigitanismo como forma específica de racismo, según la Recomendación de Política General nº13 de La Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI); segundo, dar seguimiento estadístico y registro oficial en la UE para conocer su verdadera dimensión; tercero, condenarlo de manera formal y contundente; y cuarto, aplicar con el máximo rigor y efectividad los marcos y normativas europeas contra los delitos de odio”.
