La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas FAKALI ha adoptado la determinación de poner en manos de la Fiscalía Provincial de Madrid la recurrente actuación antigitana del medio Mediterráneo Digital para que se lleven a cabo las diligencias oportunas con el fin de comprobar si puede derivarse responsabilidad penal por la comisión de un delito de odio. Y aclara lo siguiente:

■ FAKALI va a utilizar siempre las acciones legales disponibles a tal fin como vía de denuncia de este tipo de actos racistas que fomentan el odio, la  discriminación y la ruptura de la convivencia, tal y como siempre ha hecho hasta el momento, sin entrar en estériles debates ni polémicas públicas.

 

 

■ A juicio de FAKALI este medio de comunicación, prácticamente a diario, promueve e incita al odio, la hostilidad y la discriminación contra las personas gitanas solo por razón de su pertenencia a esta etnia, de manera directa y reiterada lanzando contenidos públicos con proyección nacional. Contenidos que difunden el menosprecio y el insulto contra personas gitanas a través de comentarios, imágenes y opiniones deshonrosas, humillantes, difamantes, falsas, estereotipadas y discriminatorias, provocando directamente un clima de odio, aversión y fobia hacia  la comunidad gitana. Esto no solamente supone una agresión a las víctimas desde un punto de vista individual, sino que también afecta a todos los miembros del grupo al que pertenecen dichas víctimas, al producirse una generalización de esa imagen humillante y estereotipada que llega a la sociedad mayoritaria, en la que termina afianzándose el mensaje de la presunta peligrosidad de las personas que forman parte de la etnia gitana.

 ■ FAKALI defiende el derecho a libertad de expresión consagrado en el artículo 20 de nuestra Constitución. Pero este derecho, básico en cualquier democracia que se precie, tiene límites que están recogidos en nuestras leyes, también fruto de nuestras instituciones democráticas.  Las informaciones vertidas por Mediterráneo Digital no pueden ampararse bajo la libertad de expresión, ya que suponen un claro menosprecio a la verdad, a los derechos y la dignidad del Pueblo Gitano mediante una práctica sistemática de difusión de estereotipos que sitúa a la ciudadanía romaní directamente en el lumpen,  resultando insultantes a sus costumbres y a su propia cultura.