FAKALI ANTE LA INCLUSIÓN DEL ANTIGITANISMO EN EL CÓDIGO PENAL
La jornada histórica vivida ayer en el Congreso de los Diputados, donde se dio luz verde a la modificación del Código Penal, por la que se incluye el antigitanismo como forma específica de discriminación motivadora para la comisión de delitos de odio; nos invita a compartir, como mujeres gitanas comprometidas desde hace dos décadas en la lucha contra el antigitanismo y en defensa de la igualdad, una serie de reflexiones.
En primer lugar, la enorme alegría y orgullo que nos embargan ante la consecución de un hecho histórico, fruto del trabajo de muchas personas y entidades, incluyendo a FAKALI, y que se ha desarrollado a lo largo de muchos años. Alegría y orgullo acentuados porque nuestra presidenta, Beatriz Carrillo, en su calidad de diputada, ha jugado un papel primordial en que este momento se haya hecho realidad.
En segundo lugar, que los importantes avances logrados en nuestro país en favor del reconocimiento, en diferentes ámbitos, del Pueblo Gitano, refrenda nuestra idea de que es importante tener presencia en los espacios políticos donde se toman las decisiones. Entendemos que no es fruto de la casualidad que precisamente en este momento histórico, tres diputados y diputadas gitanas ocupen un escaño en la sede donde reside la soberanía nacional.
Por otro lado, no es baladí detenerse un momento en observar la situación actual que se vive, en España y Europa, en materia de lucha contra la discriminación. Una situación compleja y difícil, habida cuenta del innegable avance, a lomos del caballo de las crisis económicas que hemos sufrido en los últimos 14 años, del discurso de odio contra las minorías sociales, ahora institucionalizado por la presencia de algunos grupos políticos que lo promueven en las mismas instancias políticas nacionales y europeas.
Por ello, la importancia de lo conseguido ayer se multiplica exponencialmente. Porque no son tiempos fáciles, y el riesgo de regresión en las conquistas de derechos logradas en décadas anteriores es más que evidente. Por ello podemos aseverar que, blindando el derecho a la dignidad y a la seguridad de las personas gitanas, se consigue, ni más ni menos, que dar cumplimiento al postulado que la Constitución recoge en su artículo 14.
En ese sentido, hay que destacar que esta reforma del Código Penal viene promovida por la nueva Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación, una norma que contiene elementos todavía más trascendentales que la propia reforma de la normativa penal, ya que no solo especifica de manera clara los diferentes tipos de discriminación existentes, incluyendo el antigitanismo por supuesto, sino que los persigue desde el ámbito administrativo, lo que servirá para que muchos actos discriminatorios cotidianos, antes sin castigo por no tener suficiente entidad penal, no quedarán impunes.
Asimismo, tenemos la esperanza fundada de que los trabajos de la Subcomisión para un pacto de Estado contra el antigitanismo y por la igualdad del Pueblo Gitano, que se desarrollan en el Congreso de los Diputados en la actualidad, cuya creación es otro hecho relevante a señalar, servirán para avanzar en favor de la plena igualdad de nuestro Pueblo, añadiendo más logros que también incidirán en una mayor identificación de nuestra gente con el sistema democrático.
Para nosotras la consecución de estas metas no suponen el final del camino, ni mucho menos. Como hemos dicho con anterioridad, FAKALI acumula más de veinte años de trayectoria vital en la que hemos defendido una serie de postulados que, ahora, vemos refrendados en instancias e instituciones que han terminado escuchando nuestra voz.
Del mismo modo, también hemos aportado iniciativas, ideas y materiales (como los elaborados para el estudio de la historia gitana en las escuelas españolas) que en su momento fueron pioneros, como el “Pacto contra el Antigitanismo. Protocolo de Actuación”, y cuyos contenidos ahora son tenidos en cuenta a la hora de legislar.
De la mano de otras muchas entidades sociales, de diferentes ámbitos y procedencias, y de tantas personas comprometidas con nuestra causa, hemos luchado mucho para ver algunos sueños cumplidos; sin embargo, ante los retos que tenemos por delante, y sabiendo de la dificultad de enfrentar los mismos, también conservamos la esperanza de que mejores tiempos habrán de venir gracias a nuestro inquebrantable tesón y esfuerzo.