FAKALI PARTICIPA EN EL SEMINARIO ESPAÑA-RUMANÍA SOBRE «MUJER GITANA» EN BUCAREST
La mujer gitana en España y la mujer romaní en Rumanía son objeto de una doble discriminación, étnica y de género, en muchas ocasiones agravada por la violencia doméstica. En este seminario, organizado por el Instituto Cervantes y celebrado en su sede en Bucarest, hemos tratado esta problemática a través del análisis de relevantes miembros de la sociedad civil y expertos/as en materia de protección y lucha contra estos delitos provenientes de España y Rumanía, entre quienes han estado nuestra presidenta, Beatriz Carrillo de los Reyes, y dos de nuestras compañeras, María Filigrana y Miriam Fernández.
Beatriz Carrillo ha hecho hincapié durante su intervención inaugural en que «las barreras que las gitanas tenemos que superar son todavía muchas. La lucha contra las dominaciones supone también la lucha colectiva contra las opresiones, y presupone la necesidad de la actuación del Estado para su eliminación», de ahí que la reivindicación que FAKALI lleva haciendo desde hace décadas cobre todo su sentido. «La necesidad inminente de que se articulen espacios y respuestas para abordar una problemática tan injusta como es la violencia de género hacia víctimas gitanas», ha recalcado.Como presidenta de la Comisión de Seguimiento del Pacto de Estado contra la Violencia de Género en España, Beatriz Carrillo, ha agradecido especialmente esta iniciativa compartida por parte de los Gobiernos de España y Rumanía, poniendo del mismo modo en valor la colaboración y el liderazgo de los movimientos civiles gitanos: «Las asociaciones de mujeres gitanas deben marcar la hoja de ruta sobre las políticas gitanas. Tienen la experiencia y los saberes sobre cuáles son las necesidades e nuestro pueblo. La cogobernanza tiene que ser un valor prioritario a la hora de actuar frente a la violencia de género con víctimas gitanas». Por esta circunstancia ha asegurado que «desde FAKALI aportaremos todo lo que esté en nuestra mano y toda nuestra experiencia. Así como estaremos a vuestra disposición para seguir trabajando. Al igual que tanto el Gobierno de España y mi persona estaremos abiertos a seguir debatiendo y generando sinergias para terminar por fin con el antigitanismo y la violencia de género».
Una predisposición en positivo refrendada en los posteriores discursos de nuestras expertas, centrado en el caso de María Filigrana en un hecho tan incuestionable como preocupante. «La correlación entre la pobreza y el aumento de la violencia de género es una evidencia. Una correlación que está afectando de manera evidente a las mujeres gitanas, sobrerrepresentadas en entornos de privación y marginación social, que limitan sus esperanzas de superar las situaciones de desigualdad», ha defendido en la radiografía de una situación que no mejora: «Se aprecia un empeoramiento de estas situaciones motivado por la crisis del coronavirus».
Ante esto, María Filigrana ha incidido en «el trabajo de incidencia social y política por parte de FAKALI para que las medidas que se articulen en la lucha contra la igualdad de género contemplen la realidad y necesidades de las mujeres gitanas, siendo el trabajo de representación y participación públicas un eje central». De hecho, la presencia de la federación en este importante seminario es un ejemplo manifiesto de esta actividad social. Pero también reivindicativa. «Las respuestas ofrecidas por las administraciones en relación con las mujeres gitanas que sufren violencia a manos de su pareja con frecuencia carecen de la sensibilidad cultural y los conocimientos específicos acerca de las limitaciones, roles y situación de dependencia de la mujer en las comunidades gitanas», ha denunciado Filigrana, quien también ha reclamado el fortalecimiento de las medidas de prevención y lucha contra la violencia que afectan a las mujeres expuestas a discriminación interseccional, especialmente las gitanas, integrando su perspectiva en políticas públicas y aumentando la concienciación sobre sus derechos y los servicios de apoyo existentes.
Una reivindicación asentada en el análisis de la realidad social de las mujeres gitanas en España llevado a cabo por Miriam Fernández sobre la base de la amplia experiencia de trabajo de FAKALI. «Sufren múltiple discriminación por razón de género y pertenencia étnica, y en algunos casos también por pobreza, soportando brechas de desigualdad en el ejercicio de sus derechos (empleo, salud, vivienda) y enfrentándose a distintas barreras que dificultan el acceso a los distintos recursos que tienen a su alcance», ha mantenido durante su intervención. El antigitanismo, en definitiva, golpea duro provocando que las personas gitanas soporten altos índices de pobreza, exclusión y marginación social a lo largo no sólo de España, sino de toda Europa.
«No podemos hablar de violencia de género en mujeres gitanas sin hablar de antigitanismo y sus efectos vitales», ha insistido Miriam Fernández, quien al respecto ha mandado un mensaje final muy claro: «La violencia de género no forma parte de la cultura gitana. Esta es una problemática que por desgracia padecemos en toda la sociedad y que la sufren muchas mujeres sin distinción de etnia o lugar de procedencia».